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Es simple saber que en las relaciones públicas con entes corporativos e instituciones culturales, las reglas de atención serán siempre las mismas: Optima atención y eficaz comunicación mediante vías existentes, telefonía y cartas de respuesta oportuna y bien sustentadas.
¿Pero qué sucede cuando dichas normas profesionales no se cumplen?
Entonces falla el mecanismo de comunicación. Es decir, el diálogo se ve afectado cuando una de las partes, puede o no responder de la forma adecuada, es más, no se da siquiera el mínimo tiempo por contestar de la forma más profesional ante una solicitud. En el peor de los casos, prima la falta de ponderación, en la que se busca el mínimo error para dejar de lado, proyectos de buena envergadura cultural e importancia conceptual, por actitudes de análisis poco serias y deficientes. En la que se cuestiona los proyectos que no cumplan con las expectativas y gustos de un comité o grupo seleccionador de proyectos de arte y cultura. Eso lo vemos también a diario quiza hasta el cansancio en el desenvolvimiento político, jurídico, social y sobretodo en el ámbito cultural, en lo que respecta al arte multidisciplinario: Teatro, Danza, Cine, Música y Canto y otros.
Criterios Seleccionadores
Entendiendo que en las artes disciplinarias, tampoco están exentas estas "normas de selección" de proyectos artísticos y literarios, en donde la subjetividad prevalece por la ambición de querer contar con propuestas de "moda", "vanguardistas", "transvanguardistas" y/o contemporáneo como traten de definirlo. Ahora bien, lo censurable o electivo pueden prevalecer aquí en la decisión final, si tal o cual cosa va o no va. La desición que se tome por la realización del proyecto deberá contar con apoyo logístico, presupuestal y la cobertura de los medios de información: prensa ecrita, visual o radial, ello entonces, determinará el éxito con la decisión tomada. Sólo que a veces y en el campo cultural como lo afirmó Alfonso Martinell hace poco en su conferencia: Cuando uno se hunde en un proyecto cultural, se hunde en algo en lo que ha creído absolutamente. Es un trabajo atractivo, duro y de riesgo.
La postura del arte
Puede que la propuesta sea brillante y muy prometedora, pero de repente no cala en la conciencia del público asistente, no ocasiona el eco y resonancia por las adecuadas vías informativas. Esto pasa constantemente y a menudo. Asimismo, se ven muestras(no me presto a ser crítico, sino veráz) de poca factura, pero que fueron bien publicitadas y ello no garantiza nada, se dió simplemente y tuvo acogida, eso es todo. Este trabajo dependerá de la conciencia de cada uno y más de los que curan y organizan dichas muestras.
El arte representado a través de una excelente propuesta, no puede tener censuras y posturas seleccionadoras de ningún tipo. Tampoco se supedita a los cánones curatoriales impositivos, pero sí en lo verdaderamente estético y quizá lo "último" (como se viene afirmando continuamente y siempre habrá algo último, pues el futuro lo determina todo). La moral no cuenta aquí, si es que la propuesta fue buena o mala, fea o bella, eso lo decidirá el público. Siempre habrá diversidad de interpretaciones. Oscar Wilde expresó que el arte no se rige bajo estas normas. Además de expresar: ¿Qué es la moda? Desde el punto de vista estético (ojo aquí) un mamarracho tal, que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
Pero nadie creo quiere jamás llegar a eso, alternar propuestas o corrientes cada 6 meses. Todo cae en la medida y en su tiempo.
El papel de la prensa
Tampoco se rige en función de la prensa, que si tendrá mucha prensa entonces se determinará su éxito. Esto tampoco cuenta aquí, pues la prensa o periodismo cultural, no juega a favor de cada muestra o evento en común de forma proporcionada. Si los exponentes son de alto relieve y algunos como dicen: "high society" se les apoya más, este es un criterio que ya cala hondo en la prensa. Aunque así la prensa lo pudiera desmentir mil veces. Es un hecho.
Que la prensa es un medio eficaz, y sí que lo es, pero no relevante e infalible, pues aquí, en este medio se juega también (y muchas veces) un criterio electivo, injustificado, pero real en nuestro medio.
Una propuesta visual o artística, tampoco puede a estar sujeta en función exclusiva de quienes lo puedan acoger porque son la simplememte la Institución o porque cuenta con el lugar y la infraestructura adecuada y la reputación de llevar a cabo buenas exposiciones y eventos de otra índole, cual precursores de tener siempre lo mejor o la novedad que esta en boga en el mercado cultural, o quizá, porque simplemente pretendan ser los únicos quienes realmente entiendan como organizar y realizar dichos eventos. Nada mas ajeno a la verdad. Un comité de especialistas es bueno e importante, tampoco es irrevocable e indispensable, pero sí útil en el momento cuando apoyan los verdaderos proyectos, aquellos que realmente son buenos en lo conceptual y de proyección global y por ende artístico.
Verdaderas gestiones
Y es aquí, cuando se puede felicitar la verdadera gestión que lucha por la cultura, quizá con propuestas arriesgadas y más cuando un ente privado apoya incondicionalmente, por una idea que aporta material suficiente a un determinado problema y compromiso social. El terreno emocional, personal, exclusivista so pretexto de tener la reputación de ser eximios evaluadores, no debiera existir, ni siquiera nombrarse, como para caer en provocaciones y vanalidades. Ello se deja de lado, por el profesionalismo de quien lo acoge y es acogido de la mejor manera, y más cuando cualquier artista, cualquiera sea su disciplina, ve con absoluta seriedad, los detalles y sustentos profesionales de una propuesta. El Arte no puede cuestionarse jamás, se escribió en un tratado del Arte; y creo que muchos colegas aquí concuerden con lo expuesto aquí o no(se respeta la decisión de cada quien).
Ahora bien, un ente cultural o comité curatorial, no son los únicos quienes organizan los proyectos colectivos o individuales, pues sabemos que tranquilamente lo pueden presentar y tener eco de aceptación, porque este es su trabajo, tampoco pueden creerse indispensables y muy racionales cuando posicionan su proyecto, pues ya estamos cansados de ver propuestas curatoriales absurdas, pero también Felicitamos! otras bien planteadas en su ejecución, por su calibre y calidad.
Sin embargo, el llevar adelante una propuesta visual, también es el trabajo de un artista y lo será siempre, pues, por ellos es que existe la labor creativa, ingente, indispensable y no pueden ser redirigidos, "cual ovejas", ni ver atropellado sus derechos, y ser tratado cual recién advenadizo en su campo, viendo mutilado o cuestionado su propuesta, cual pudiera ser. Ni depender tampoco de cuestiones curatoriales, oh! sí... por aquellos criterios selectivos, indagadores, cuestionadores, inquisitorios, que finalmente son rigores ambiguos y poco aleccionadores. No aporta nada y a nadie hace bien, ni al Arte, ni a los artistas y mucho menosa los especialistas visuales.
Circuito de Arte respalda a todos los artistas, pues cada quien tiene lo suyo, en potencial, nivel de creación y personalidad. Por su Arte se conocerán versa un refrán.
Por Joseph De Utia
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