lunes, 24 de marzo de 2008

RESEÑA: Iván Fernández-Dávila.

Holas, bueno he estado flojeando estos últimos días y he dejado el blog por una semana pero ya retomaré punto a publicar. Ahora les brindo dos reseñas de dos jóvenes artistas plásticos por los cuales siento simpatía por sus obras y por su amistad, hace algunos meses tenía preparado presentarles unas reseñas como punto de partida para otras a futuro como presentaciones acerca de los trabajos de artistas nóveles que merecen tener un espacio y promoción de sus obras.

Ahora comienzo con Iván Fernández-Dávila. Me interesó lsu trabajo por a forma algo trascendente de plasmar el mundo nocturno, típico de los poetas y artistas que rondan la noche junto a un vaso de licor, y teniendo de pedestal a la figura de la mujer como elemento central de cada episodio pintado.

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Iván Fernández-Dávila ha desplazado la imagen del sentimiento mutuo entre una persona conocida, conversada, amada, hacia el lienzo estéril que dará a luz una relación para compartir con nosotros. Esta relación casi oscura, pero seductora, nace de la interacción de pensamientos poéticos trasladados a sus pequeños mundos-habitaciones ocupados por un solo ser: La Mujer. Elemento tierno y placentero, pero también complejo, para toda persona, un elemento superior sobre el fondo paisajístico u homogéneo que aparece casi imperceptible. Suelen tener solo un acompañante, y es él mismo, en forma de gato, de cereza, de vaso, de mesa, de ciudad y de atmósfera, es Iván quien nos pretende relatar mudamente por medio de su paleta azulada o verdusca que el violeta, rosa, o rojo pasión es el alma de cada fiesta personal que muchas veces no conlleva algarabía, sino tristeza, un pensamiento, un shock, un recuerdo y un simple cuadro que acapara una mimesis con la realidad del pequeño mundo de sus cuatro paredes.



Como toda poesía tiene su alma en el conjunto de versos que detallan una imagen pegada en el sueño del poeta, las pinceladas rápidas y fortuitas de este artista aterrizan con la jerarquía urbana que nos atolondra en las calles, con la rudeza del trato de la ciudad hacia nosotros, de una nostalgia que casi nos ahoga en un vaso de agua mientras recordamos un sentimiento ya perdido. Esa pérdida quizá reflejada en el oscurecimiento de la atmósfera en sus pinturas, dignas de un poeta de bar en bar, que pulula en los pensamientos más rebeldes así como en los más nostálgicos. Es así que llegamos a comprender que mientras F.D. nos relata capítulos flotantes de sus días perdidos, sus obras se configuran ante nosotros como sutiles marcas de heridas indoloras, heridas hermosas que el tiempo nos deja y hacen que un carácter femenino las abarque. Esa feminidad, que es reina sonriente a veces, es también una esclava del cuerpo desnudo, con trapos y ropas que cubren la piel tan ansiosa de ser libre. No tenemos la culpa de nuestras pasiones, y estas nos mueven al esfuerzo de realizarlas; fluyen llenas de nuestra carga emotiva, de nuestro dolor y nuestro goce. En estas pinturas comprobamos el caudal de esa energía lúgubre, de esa vitalidad noctámbula que en un comienzo apareció tímidamente en un lenguaje abstracto y que ha decantado, ya segura, en el expresionismo figurativo como lo dijera el propio Polanco para la primera individual de Iván, esa corriente que le asegura una visión hecha ya pintura.


I.F.D. es un artista que logra mediante una policromía casi patentada, ese lenguaje sustancioso que todo artista intenta al homenajear ciertos caracteres del sexo femenino frente a los ojos de un prisionero de la forma y el color. Sin embargo, la textura provoca un enajenamiento parcial del diálogo corporal hacia la exteriorización que llega a nosotros y que poco a poco se fortalece en matices llenos de intención y provocación que finalmente darán resultado de constante motivación de este artista. Es así que llegamos a apreciar con cierta confianza las ocultas escenas que nos ha mantenido en secreto y que ahora, Iván, las revela para nosotros.





Felipe Mayuri Poma.
Imágenes---------------
1.-Eli. Óleo sobre lienzo.50x40cm.2008.
2.-Durazos.Óleo sobre lienzo.60x70cm.2007.
3.-Magdalena.Óleo sobre lienzo.120x90cm.2007
4.-Liz.Óleo sobre lienzo.120x80cm.2005


7 comentarios:

Gustavo Emé dijo...

es lo justo agregar que aparte de buen pintor, iván es un gran amigo. buena gente, ebrio y sobretodo capaz de conseguir cosas asombrosas que uno no imagina.sino preguntenle a su gata tilsa, que ve todo lo que pasa.

Anónimo dijo...

20 puntos por difundir la obra de novísimos pintores.

Anónimo dijo...

El Íván mujeriego como siempre.

David dijo...

Recuerdo mucho cuando Ivan F-D me dijo "hay que crecer con nuestra generación"...

Muy bien por difundir el trabajo de estos jóvenes artistas!!!!

Anónimo dijo...

Lo m�aaaaximo cu�nto erotismo y a la vez cu�nta tristezaaaa, me encant� el desnudo con dos gatos yendo en direcciones opuestas y d colores opuestos, bien conceptual en realidad noOOOO??? :)

Anónimo dijo...

Buena critica, como dices son dos artistas muy diferentes pero inconscientemente parecidos ya que usan el mismo medio de expresión, quizás uno mas intenso que el otro pero todo parte de sus vivencias con esta sociedad; sociedad inquieta, alborotada, mística e incierta tanto o casi igual como los mencionados

Anónimo dijo...

Ivan estuvo en la PUCP unos años, estudié con él; pero ni iba, le llegaba altamente las clases y se metia solo a las k le interesaban asi no estuviera escrito: Poesía, Múisca, Cosmología, esas cosas. Paraba en su casa pintando, vivía solo. De ahi no sé, se fue a bellas creo pero como alumno libre, o sea se metia nomas como siempre a los talleres y todo eso, no se. mandale saludos si lo vez, d lalo.