Hablar de los 50 grandes no éxitos de Juan Javier Salazar sería formidable, pero yo no los conozco ni a él ni a su trayectoria plástica. Es la primera vez que veo en exposición una muestra que siempre he esperado y que ahora comentaré como experiencia. Tenía esta esperanza desde que vi un cojín/peluche en forma del territorio peruano con rabo, todo cubierto con piel de otorongo. Me explicaron quién hizo esa obra de arte bajo un concepto a mi percepción humorístico pero, en verdad no estaba hecho para reír. Después en un par de visitas a una galería vi unos huacos en forma de latas de conserva, tuve la misma respuesta y creció el interés inicial sobre este artista que maneja conceptos visuales y que a veces es claro y ahora no tanto, pero eso, en lo absoluto, no lo veo mal.
Sin hacer investigaciones – a voluntad propia- traté de hacer una relectura de visitante hacia esta muestra Transportes Aparicio-entre el tren fantasma y el túnel del amor, que va en la sala Ricardo Palma de Miraflores y pude encontrar a un artista lleno de discursos con un posible punto de ataque que me atrevo a enunciar con facilidad; el poder humano dentro de un espacio popular. Posiblemente un poder político, un poder natural o finalmente, un poder de rechazo más el poder natural hacia el poder político de la historia y de la actualidad. Desnaturalizar los íconos tan manoseados como un billete histórico en que crecía de valor en pocas semanas en la década de los ochenta del primer gobierno de Alan García y darles un significado más real que de su antigua función, o de cubrir con una acertada piel al primer ladrón occidental de nuestra historia como Francisco Pizarro en su versión de estatua de plazuela; la casi muerte de un desordenado y preocupado personaje de apellido Aparicio, debido a un mundo de voces mentales desprendidas del mundo bastardo de imágenes o titulares sangrientos de papel y que, como nosotros, nos suelen maniobrar en dirección al caos.
Aquí una reseña hecha por Miguel López.
También un fragmento del texto de José Medina para la revista ArtMotiv-aquí.
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