lunes, 8 de marzo de 2010

"Necesidades institucionales" (Primera parte) - Discusiones sobre el arte contemporáneo en el Perú

Este último domingo en el El Comercio se publicó un interesante (a primera impresión) artículo a modo de resumen sobre una reunión convocada por el mismo diario a conocidos especialistas en el tema del arte contemporáneo, entre los seleccionados se propuso debatir sobre el "panorama del arte contemporáneo en nuestro país" y en torno a este eje unos comentaron sobre el arte y sociedad, gran parte desconocedora de las artes plásticas, así también del cómo entender al actual arte contemporáneo desde una visión histórica, planteado por Gustavo Buntinx y por otro lado la preocupación aún latente sobre las políticas culturales en beneficio a este rubro.

A simple vista este es un artículo muy breve donde se cita una mínima idea de los convocados y que por lo consiguiente no se sabe cuál es el motivo y objetivo de estas reflexiones propuesto por uno de los diarios de mayor importancia en el país. Por más que el título lo mencione y que yo sepa, nunca hubo un aviso previo sobre este artículo (que bien pudo reforzar el tema mediante alguna encuesta dirigida a la comunidad de las artes plásticas), que bien pudo ser de buena voluntad hacia un acercamiento a la escena artística peruana, pero también leyendo estos resúmenes anotados por Carlo Trivelli no entiendo en algunos comentaristas (desde un punto de vista general, de simple lector) sobre de qué "arte" se está elaborando el discurso, entonces vale la pena aclarar la dirección hacia un arte netamente de corte crítico, ya no del tipo netamente visual (al mismo tiempo histórico) como por ejemplo de Teófilo Castillo el cual sus pinturas se siguen vendiendo en las subastas del Museo de Arte de Lima - MALI (Ver revista Caretas 2118) y que menciono por ser de espera por un fuerte grupo de coleccionistas de arte peruano, otro factor que fue tomado en cuenta por un grupo de críticos y artistas hace algunos meses. Este cuestionamiento surge a partir de las palabras de Gustavo Buntinx quien reclama que para entender la actual plástica peruana es obligación tener en cuenta el imaginario del Perú de las décadas de los 80 y 90, épocas las cuales sabemos todos se sufrió los mayores actos de violencia por parte del estado y del terrorismo.

Por otro lado, de la preocupación entre la relación Estado y Cultura salen dos subgrupos los cuales son fundamentales en las recientes mesas de diálogo sobre políticas culturales, estos son los que proponen un Ministerio de Cultura y los que proponen la Ley de Mecenazgo. Aquí, personalmente, me parece una lucha de "partidos políticos intelectuales" con ciertos fines ocultos pero que están siendo muy bien trabajados por sus precursores y que a la finales concuerdan en que si se va a crear una institución estatal que dirija la cultura en el país debe empezar con un buen presupuesto para su trabajo.

Para finalizar puedo decir que lo "conversado" en esta mesa, en mayoría, no es nada nuevo ni del otro mundo, siempre se está debatiendo en las calles, en los foros tanto como en congresos preocupados por un cambio de esas viejas perspectivas artísticas y que aún siguen vivas por nuevas directrices que produzcan un cambio total en la educación artística, desde los colegios hasta en las escuelas de arte, no es nada nuevo pensar el arte contemporáneo desde los puntos cruciales como la historia del país de los últimos treinta años así como los cambios que produjeron las bienales como referentes de la nueva plataforma artística. La enajenación del público hacia las artes simplemente se puede combatir desde las acciones más que en planteamientos teóricos que lo único que hacen es alargar cronológicamente el desentendimiento que tiene la misma "sociedad civil" o gente hacia las galerías o demás salas a puerta cerrada, simplemente ejemplos como las acciones de espacios alternativos, artistas gestores y exposiciones o acciones a dedicación como por ejemplo la del colectivo Basurama en las vías del "tren eléctrico" en Surco o una reciente exposición (netamente visual y acrítica para algunos) sobre el día de la mujer en el concurrido Parque de las Aguas en el centro de Lima hacen que las cosas más pragmáticas sean las ideales soluciones a algunos problemas aún "sin resolver".

El artículo a continuación y versión PDF aquí.-

ARTE CONTEMPORÁNEO. PRIMERA PARTE

Necesidades institucionales

EL MIÉRCOLES 24 DE FEBRERO, EL COMERCIO CONVOCÓ A UN CONJUNTO DE CONNOTADOS ESPECIALISTAS PARA DISCUTIR ACERCA DEL PANORAMA DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EN NUESTRO PAÍS. EN ESTA PRIMERA ENTREGA ACERCA DE LO DISCUTIDO EN ESA OCASIÓN SE PONEN EN EVIDENCIA LAS CARENCIAS DE NUESTRO PAÍS EN TÉRMINOS DE INFRAESTRUCTURA, EDUCACIÓN Y POLÍTICA CULTURAL

Por: Carlo Trivelli
Domingo 7 de Marzo del 2010

A iniciativa de nuestro director, Francisco Miró Quesada Rada, El Comercio organizó una mesa redonda para discutir el estado actual y perspectivas del arte contemporáneo. Fueron invitados para ello el pintor Fernando de Szyszlo, el artista plástico y fundador del Museo de Arte Moderno de Trujillo Gerardo Chávez, Víctor Delfín, artista y actual director de la Escuela Nacional de Bellas Artes, la curadora y crítica de arte Élida Román, Eduardo Lores, artista y profesor de Estética de la PUCP, Gustavo Búntinx, curador o, como él prefiere, chofer de Micromuseo (“Al Fondo Hay Sitio”), Flavia Gandolfo, artista visual y coordinadora de Fotografía del Centro de la Imagen, Natalia Majluf, directora del Museo de Arte de Lima y Roberto Ascóniga, galerista, curador, filósofo e investigador en filosofía del arte. A continuación algunas de las intervenciones de nuestros invitados acerca de las dificultades que enfrenta el arte contemporáneo en nuestro medio hoy en día.

Ascóniga: Tengo la experiencia de mucha gente que va a mi galería y que no se encuentra, que se siente a veces como que la están engañando, como que hay una trampa, un truco. Y es muy claro. Entonces hay que tratar de hacer un poco de docencia, tratar de calificarlos: porque las tendencias son muy diversas y de todo tipo: arte, antiarte, etc.

Majluf: Yo creo que en los últimos 15 años en el Perú se ha vivido una revolución en muchos sentidos. Creo que las bienales de Lima fueron un factor de dinamización y apertura. Creo que uno de los factores determinantes del cambio en las artes plásticas ha sido esa apertura internacional: la llegada de algunos artistas y exposiciones que antes no pasaban por Lima, como también la creciente presencia de artistas peruanos en el exterior. Y todos esos procesos se han dado desde la sociedad civil organizada, que toma acción para promover el arte contemporáneo: el hecho de que exista un museo de arte moderno en Trujillo se debe al esfuerzo personal de Gerardo Chávez, por ejemplo.

Gandolfo: Para mí un aspecto muy importante del arte contemporáneo en relación con la creación es que existan no solamente espacios en que se pueda ver arte contemporáneo, sino que ya haya un sistema que sea realmente parte de la cultura, que uno pueda empaparse de formas de ver su propia cultura. Creo que el arte contemporáneo está alejado de nuestra cotidianeidad: hablo de los colegios, por ejemplo, no es solo el hecho de que no hay una educación artística propiamente dicha, sino que hay una especie de énfasis en la grandeza de lo que esta cultura fue, pero que ya no es más. En ese sentido, siento que hay una ruptura entre la cultura que pretendemos ser y la cultura que podemos producir, que es muy diversa.

Búntinx: Pienso que no se puede entender la situación actual del arte peruano sin percibir la dimensión histórica (y unos dirían casi apocalíptica de abismamiento final) que el Perú enfrentó como comunidad imaginada e imaginaria, durante las décadas del 80 y 90. Son 20 años recorridos por la experiencia traumática de la guerra y la dictadura y de todo ello salimos, como proféticamente señaló Mirko Lauer a fines de los 80, contemporáneos de nosotros mismos. Nunca antes el Perú ha estado confrontado con sus complejidades y con sus diferencias. No nos engañemos: el Perú fue construido sobre el desprecio, y hay bibliotecas enteras escritas sobre esto: el trauma de la conquista, etc. Ahora estamos ante la posibilidad única de reconstruirnos desde el respeto, desde el reconocimiento del otro. El arte pone todo esto en radical evidencia y no me parece casual que haya sido desde los espacios de la plástica, desde la visualidad entendida de una forma más amplia, que estos problemas se hayan planteado incluso en los peores momentos de represión y censura.

Lores: Hay dos niveles: uno es la ausencia de una política cultural: estamos entrando a época de elecciones y vamos a ver que la cultura no va a estar para nada en las discusiones. Debe haber una política cultural del Estado que sea como un paraguas que ayude, que dé luces a todas las propuestas inteligentes y buenas. Luego hay otro tema: la docencia y la comunicación. Yo tengo un curso de Estética en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad Católica y me extraña la incapacidad que la mayoría de los alumnos tiene para entender muchas de las manifestaciones del arte contemporáneo.

Delfín: No se han resuelto dos temas fundamentales: la creación de un ente que organice todos estos sueños que tenemos nosotros y que nos quedan por realizar y un museo de arte contemporáneo. ¿Cómo vamos a hablar de arte contemporáneo si no tenemos referentes, si no tenemos museos? Y el otro tema es la creación del ministerio de cultura: si no existe un ente que se encargue de la difusión de la cultura no vamos a avanzar. Pero ese ministerio debe tener dinero, porque si no, ¿para qué se lo crea? Lo que pasa es que aquí se crean instituciones sin dinero. El otro día se me acercó una persona para pedirme una obra para el Museo de San Marcos y le dije que no. ¿Cómo es posible que una universidad que tiene 500 años no tenga un aparato administrativo que se dedique a buscar fondos para comprarles las obras a los artistas de una vez? ¿Ese es el respeto que se tiene por los artistas?

Chávez: Yo creo que estamos en un momento en que ya tenemos que decidir a comunicarnos y a hacer las cosas. Yo soy amigo de los proyectos: se dio que realizara un museo de arte moderno en Trujillo, tengo que mencionarlo, es un museo que salió lindo pero como un milagro. Pero ahí yo sigo siendo hasta ahora el mecenas, porque no tengo ningún apoyo del Estado ni de la comunidad. Entonces se siente lo desolado que uno vive en este país. Si estamos pensando en querer hacer patria con la cultura, tenemos que comenzar ya a unirnos. Encontremos la manera.

Szyszlo: Hacer el ministerio de cultura no tiene sentido si el presupuesto sigue siendo el mismo que se tiene ahora; el que se llame ministerio o casa de la cultura o, como se llamaba originalmente, Dirección de Extensión Artística del Ministerio de Educación, no tiene relevancia. Como decía Víctor, no tiene sentido que los pintores seamos los proveedores de los museos. Es decir, me parece maravilloso que se haya hecho el Museo en San Marcos, pero este debió adquirir, aunque sea por una suma simbólica, los cuadros. No pueden pretender que los pintores seamos quienes proveamos a los museos.

Román: Yo creo que estamos atacando el problema siempre desde una mirada muy limeña y centralista, creo que ese es otro de los problemas: el no mirar hacia el resto del país y el no estimularlo. Lo que también queda claro es la condición mendicante de las instituciones que se dedican a la cultura. Yo apoyo lo que dice Szyszlo acerca de que un ministerio de cultura sin presupuesto es una declaración de intenciones y se acabó, pero sí creo que es fundamental apoyar y llevar adelante la ley de mecenazgo, porque ya está demostrado que la sociedad civil sola se maneja mucho mejor que con directivas estatales. Porque el problema, por último, reside en las dirigencias, en su total indiferencia e ignorancia. Por eso creo que la ley de mecenazgo es indispensable, no así el ministerio de cultura; esa es mi visión, por la experiencia que tenemos de la burocracia.

EL DATO
Lo que se viene
En la segunda entrega parte de esta mesa redonda se abordará la polémica que se suscitó acerca del carácter del arte contemporáneo y su relación con el arte moderno y el arte de otras épocas y cómo todo ello debe estar representado en nuestras instituciones, en particular en galerías y museos. La segunda parte de este informe se publicará el domingo 14 de marzo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

en verdad que museos esten pidiendo donaciones es patetico,
en cualquier pais decente lo que se hace
es pedirle una obra a un coleccionista privado, como donacion, prestamo o por ultimo compra.

George dijo...

Que siga en el ambiente artístico la señora Román impartiendo sus críticas en el grupo del Comercio es un síntoma de que ese debate no servirá de mucho, y más aún con los resumenes de Trivelli.